PÁGINA 1 |
|
Introducción
Los seres humanos somos vulnerables a los cambios en el funcionamiento orgánico producto del envejecimiento, en especial las mujeres, quienes experimentan signos fisiológicos a causa de las modificaciones hormonales. En este sentido, el climaterio es una etapa en la vida de la mujer que ocurre entre los 45 y 53 años de edad caracterizado por la disminución progresiva de la producción de hormonas sexuales femeninas y, con ella, la culminación de la función reproductora expresada por el cese definitivo de la menstruación (1). También, se encuentra la menopausia, definida como el ciclo intermedio del climaterio cuya duración es de un año tras la última menstruación (entre los 39 y 51 años) la que se pone de manifiesto por síntomas como dolores de cabeza, mareos y olvidos, entre otros (2).
La reducción en la producción de estrógenos afecta negativamente la salud de la mujer ya que además de encargarse del control de la ovulación y de la reproducción; los estrógenos ejercen un importante rol para el metabolismo de los macronutrientes y minerales, favoreciendo la conservación del balance positivo del calcio, resguardando la masa ósea en mujeres postmenopáusicas e induciendo al mantenimiento del colágeno que experimenta un descenso del 2,1% por año menopáusico. El hipoestrogenismo, al disminuir la producción de colágeno conlleva al envejecimiento cronológico ocasionando profundas alteraciones en la piel (3).
También en lo que respecta al metabolismo lípidico, los estrógenos parecen jugar un papel fundamental en el incremento de las cifras de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y disminución de las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Esta proporción, incide positivamente en la reducción de riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares; pero se debe acotar, que la concentración de los estrógenos se encuentra reducida en el climaterio y la menopausia, situación que predispone a las mujeres adultas al padecimiento de enfermedades crónica degenerativas como la ateroesclerosis, por la acumulación de lipoproteínas de baja densidad y la proliferación de las células del musculo liso, entre otras situaciones (4). Tales situaciones tornan a las mujeres como un grupo de elevada vulnerabilidad.
Se ha descrito que el ácido fólico parece tener un efecto beneficioso al regular los factores condicionantes de las enfermedades crónicas degenerativas en su aparición y curso. Uno de estos factores y quizás el más importante sea el metabolismo de la homocisteína, en el cual esta vitamina cumple un papel significativo al reducir la hiperhomocisteinemia (5).
Estudios referentes a las fuentes alimentarias y efectos del ácido fólico en el ser humano han determinado que éste se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza, al ser sintetizado por vegetales y bacterias, aunque no por el hombre, de allí, que tenga que obtenerlo mediante fuentes alimentarias (6). La biodisponibilidad del ácido fólico está condicionada a los métodos y técnicas de preparación de los alimentos que la contienen, además, por ser de tipo hidrosoluble sufre pérdidas por orina y sudor (7).
Respecto a este nutriente, investigaciones poblacionales han señalado que las mujeres pre y post menopáusicas, son un grupo vulnerable a la deficiencia de ácido fólico debido a la baja ingesta de sus principales fuentes alimentarias entre ellas, hortalizas de hoja verde, espárragos, zumo de naranja, maníes y legumbres, entre otros; parcialmente incluidos dentro de sus hábitos alimentarios (8). Adicionalmente, en estas mujeres aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas degenerativas: cardiovasculares, cáncer de mama y enfermedades neurodegenerativas, entre otras; sobre las cuales el ácido fólico parece estar involucrado en su prevención y control, al actuar en los procesos metabólicos a nivel de los diferentes sistemas y además, en la multiplicación celular (9). Bajo estas consideraciones, esta investigación resulta pertinente, ya que permitirá determinar la variación en los niveles séricos y consumo alimentario del ácido fólico en mujeres climatéricas tras realizar una intervención nutricional de tipo educativa.
Materiales y método
Se trata de una investigación cuasi-experimental, con pre y post prueba y grupo control (10), debido a que las mujeres estudiadas pertenecían a un grupo previamente establecido (grupo intacto)
PÁGINA 1 |
|