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Para determinar si existía asociación entre la ingesta de sodio y el sexo, como así también entre la ingesta de sodio y el nivel de conocimiento sobre alimentos y productos con alto contenido en sodio, se utilizó el test t de Student. Para determinar si existía correlación entre la ingesta de sodio y el score final de barreras percibidas para realizar un plan alimentario controlado en sodio, la edad y el IMC, se calculó el coeficiente de correlación de Pearson. Para determinar si existía correlación entre la ingesta de sodio y el tiempo de diagnóstico se calculó el coeficiente de correlación no paramétrico de Spearman. Finalmente se realizó un análisis de regresión lineal múltiple considerando a la ingesta de sodio como variable dependiente. Para determinar la proporción de conocimiento inadecuado sobre productos alimentarios con alto contenido en sodio, se calculó el total de casos de respuestas incorrectas para cada producto y el porcentaje sobre el total de casos. Se estableció un nivel de significación a= 0,05. Los datos fueron procesados con el software estadístico SPSS v.24.0® (SPSS Inc., Chicago, UnitedStates)
Reparos éticos
El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación (CEI) del Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich” y se llevó a cabo conforme a las normas internacionales de investigación de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, Ley 3301 (Ley sobre Protección de Derechos de Sujetos en Investigaciones en Salud) del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Resolución 1480/2011 del Ministerio de Salud de la Nación y a todas las legislaciones y reglamentaciones a las cuales adhiere el Comité de Ética e Investigación.
Resultados
La muestra quedó conformada por 156 pacientes, con una edad promedio de 62 (DS: 11,5) años, un IMC promedio de 29,6 (DS: 5,3) kg/m2 y una mediana de tiempo de diagnóstico de HTA de 8 años (RIC: 3 – 15 años).
Otras características de los participantes incluidos en el estudio se muestran en la Tabla N°1.
La ingesta promedio de sodio de los participantes del estudio fue de 4228 mg (DS: 2122; IC95% =
3892 – 4563 mg), equivalente a 10,57 g de sal (IC 95% 9,9 – 11,6 g). Consumieron un mínimo de 2,49 y máximo 25,42 g.
La totalidad de los pacientes refirieron tener la indicación de controlar la ingesta de sodio por parte de su cardiólogo tratante, aunque el 69% (n= 108) presentó el hábito de agregar sal al cocinar y/o al plato de comida ya servido.
Ingesta de sodio según sexo
La ingesta observada en las mujeres fue en promedio 3741 mg (IC95% = 3340 – 4142 mg) y en el caso de los hombres fue 4576 mg (IC95% = 4083 – 5069 mg), equivalente a 9,3 g de sal (IC95% 8,3 – 10,3 g) en las mujeres y 11,4 g de sal (IC95% 10,2 – 12,6 g). Si bien se encontró una tendencia a un mayor consumo por parte de los hombres, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p = 0,06).
Ingesta de sodio según edad, IMC y tiempo de diagnóstico
Se halló una correlación significativa, negativa y débil entre la ingesta de sodio y la edad (r=-0,26; p=0,001), como así también entre la ingesta de sodio y el tiempo de diagnóstico. (r=-0,24; p=0,003). Por lo tanto, al aumentar la edad y el tiempo de diagnóstico la ingesta de sodio se reducía.
Por otro lado, se encontró una correlación significativa, positiva y débil entre la ingesta de sodio y los valores de IMC, por lo tanto los pacientes con mayor IMC ingirieron mayor cantidad de sodio (r=0,3; p=0,000)
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